La ineficiencia propia de una economía centralizada y poco competitiva mantiene al país en el letargo.

El nulo crecimiento de la economía, la caída de los ingresos por exportaciones, la desconfianza de los inversores y la casi impagable deuda externa que exhibe Isla llevarán al régimen cubano a implementar nuevos ajustes y medidas de austeridad para el próximo año.