Conflictometro Abril 2021

SUMARIO

  • Más de 6 protestas diarias se produjeron en el mes de abril en toda la isla.
  • En abril hubo en Cuba 203 protestas públicas. De ellas 156 (77 %) estuvieron relacionadas con derechos políticos y civiles, y las restantes 47 (23 %) estuvieron vinculadas a la exigencia de derechos económicos, sociales y culturales. Las protestas aumentaron un 10% con relación al mes de marzo (de 184 a 203) lo cual es extraordinario dadas las circunstancias excepcionales que se conjugaron el mes de abril.
  • El régimen nunca ha tolerado la disidencia, pero es evidente que es incapaz de extinguirla. En el mes de abril por la celebración del 8vo Congreso del PCC se recrudeció el estado de sitio en el país con medidas extremas de seguridad y aislamiento a activistas. De manera física con actos de repudio, golpizas, arrestos arbitrarios, prisión domiciliaria y amenazas de muerte; virtualmente con corte de las comunicaciones y destrucción de sus celulares; y psicológicamente mediante el asesinato de la reputación en medios de comunicación masiva, vigilancia ilegal y amenazas contra los hijos.
  • El capital simbólico de la nueva disidencia se incrementa a medida que disminuye el del gobierno cubano. 
  • El 57% (117) de las protestas fueron en rechazo a la represión. Eso confirma que reprimiendo solo se logra multiplicar las protestas.
MANIFESTACIONES PÚBLICAS DE PROTESTA TOTAL Por motivos económicos y sociales Por motivos políticos y civiles
2021
Abril 203 47 156
Marzo 184 38 146
Febrero 159 48 111
Enero 137 58 79
2020
Diciembre 122 26 96
Noviembre 110 19 91
Octubre 88 33 55
Septiembre 42 16 26

DIEZ LECCIONES DEL MES DE ABRIL, 2021

1. El régimen nunca ha tolerado la disidencia, pero es evidente que es incapaz de extinguirla.

En el mes de abril por la celebración del 8vo Congreso del PCC se recrudeció el estado de sitio en el país con medidas extremas de seguridad y aislamiento a activistas. De manera física con actos de repudio, golpizas, arrestos arbitrarios, prisión domiciliaria y amenazas de muerte; virtualmente con corte de las comunicaciones y destrucción de sus celulares; y psicológicamente mediante el asesinato de la reputación en medios de comunicación masiva, vigilancia ilegal y amenazas contra los hijos.

En abril hubo en Cuba 203 protestas públicas. De ellas 156 (77 %) estuvieron relacionadas con derechos políticos y civiles, y las restantes 47 (23 %) estuvieron vinculadas a la exigencia de derechos económicos, sociales y culturales. Es llamativo la politización de las protestas en una sociedad que enfrenta una hambruna, ausencia de fármacos y aguda crisis de atención médica en medio de una letal pandemia.

Las cifras de abril de 2021 (203) no revelan un significativo crecimiento (10%) respecto a las reportadas en marzo (184).  Sin embargo, es realmente asombroso que se mantuvieran las protestas durante el mes de abril e incluso que se incrementaran si se tiene en cuenta la ola de represión y militarización del país por la celebración del 8º congreso del PCC.  (Ver Declaración de 27N).

2. Una vez más se confirma que la represión genera más protestas.

Un 57% (117) de las manifestaciones de protestas estuvieron vinculadas contra la represión y abuso policial. Las protestas no se desvanecen; la insumisión crece, no disminuye. Ejemplo elocuente han sido las manifestaciones de protestas que se multiplicaron en apoyo al artista Luis Manuel Otero Alcántara por su huelga de hambre y sed en los últimos días de abril.

3. Las protestas por motivos económicos y sociales estuvieron vinculadas fundamentalmente a con la imposición abusiva de multas.

No solo crecen las protestas de naturaleza política. Los desórdenes tumultuarios e incluso violentos se repiten en toda la isla sin que la militarización de las colas y calles pueda impedirlas.

Las protestas por motivos económicos y sociales estuvieron vinculadas mayoritariamente a con la imposición abusiva de multas. También con la falta de medicamentos, la expansión de la pandemia del Covid-19, la falta de viviendas y el encarecimiento de la vida por la unificación monetaria.

La imposición abusiva y masiva de multas generó gran parte de estas protestas. Ver Más de 500 multas y 200 detenidos en una noche habanera Funcionaria multa con 2000 pesos a hogar de ancianas católico.

Por otro lado, la expansión incontenible de la pandemia del Covid-19 y el incremento de las muertes por la aparición de dos cepas muy agresivas –Ver Después de negarlo tres veces, el MINSAP reconoce que en Matanzas circula la cepa más letal del Covid-19–, la falta de medicamentos y la inconformidad con el manejo gubernamental de la epidemia generó la campaña “¿Dónde está mi vacuna?”

El agravamiento de la pandemia ha coincidido con el colapso de los servicios de salud y la grave escasez de medicamentos básicos. En esas circunstancias, el gobierno rehusó la oferta del sistema Covax de la ONU que permite comprar vacunas con facilidades de pago a menos de dos dólares la dosis. Mientras oculta esa información manipula las estadísticas de contagio y defunciones por Covid.

Activistas y personal de salud han distribuido volantes “¿Donde está mi vacuna?” en farmacias y hospitales. En ellos se expone la insensibilidad del gobierno que apuesta a desarrollar su propia vacuna mientras asegura que la falta de dinero provocada por el bloqueo estadounidense impide la adquisición de otras, pese a que en 2018 arrebataron 6,400 millones de dólares a los salarios de los médicos en el exterior. En reuniones y asambleas los médicos ya han confrontado públicamente y protestado a las autoridades por ese hecho haciendo uso de la información distribuida en los volantes.

Protesta de madres cubanas sin casa en La Habana, que viven en “albergues” sin las mínimas condiciones: sin agua potable, sin poder cocinar o con peligro de incendio por fallos electricos. Foto: DIARIO DE CUBA

4. Los observadores pasivos se transforman en participantes de las protestas.

La solidaridad se expresa de forma intergeneracional y los observadores pasivos, comienzan a solidarizarse verbal y físicamente con los agredidos por las autoridades, transformándose de ese modo en participantes de las protestas.

Antes los padres se mostraban por lo general reacios a expresar simpatía por la rebeldía de sus hijos ante los abusos oficiales. Hoy crece el número de los que creyeron en los dirigentes cubanos, pero ahora se sienten traicionados por ellos y respaldan la actitud contestaria de sus hijos. (Ver Madres cubanas defienden a sus hijos de la represión y Padre del payaso Desparpajo: “jóvenes como mi hijo no están solos” )

Por otra parte, se ha creado una corriente de sensibilidad y simpatía hacia los ciudadanos con coraje para protestar y sucede cada vez con mayor frecuencia que las personas que antes asistían de testigos silentes a un abuso callejero hoy se suman a las víctimas de esos atropellos.

Debido a la influencia de artistas e intelectuales en la nueva sociedad civil emergente, las manifestaciones de protestas alcanzan un lenguaje universal que trasciende las fronteras y llega al resto del mundo.

5. Los mensajes de esta nueva disidencia tienen gran alcance y eficiencia comunicativa que trascienden las fronteras.

Los códigos simbólicos y comunicativos de esta nueva ola disidente hoy conectan mejor con la totalidad de la población y el resto del mundo. Debido a la influencia de artistas e intelectuales en la nueva sociedad civil emergente, las manifestaciones de protestas alcanzan un lenguaje universal que trasciende las fronteras y llega al resto del mundo.

La represión contra movimientos como San Isidro y el 27N conectan la memoria histórica de ese gremio con la represión contra intelectuales en décadas anteriores (como el Caso Padilla). Las imágenes de Maykel Osorbo, descamisado frente a las patrullas policiacas, con un puño en alto mostrando las esposas de las que se había recién liberado, son poderosas y se inscriben en la historia general de la resistencia al racismo y la esclavitud en EEUU, el Caribe y América Latina. Esa imagen reforzó el mensaje insumiso de la canción Patria y Vida que se ha convertido en un himno viral de la cultura urbana alternativa. Adicionalmente, la difusión masiva de la película Plantados ha iniciado una corriente de interés en Cuba y el exilio por el tema de los crímenes oficiales en las cárceles castristas–antes en gran medida relegado– y ha dado nacimiento a la campaña #PresosdeCastro.

6. El 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba reflejó la enajenación de esa organización y sus líderes respecto a la realidad.

El evento evidenció una total desconexión con la realidad del cubano de a pie. La hambruna creciente, el colapso de los sistemas de salud y educación, la quiebra de la infraestructura –temas trascendentales para el ciudadano de a pie– cedieron espacio a condenas al imperialismo y llamados a la guerra ideológica. Las destituciones y reemplazos –incluyendo el de Raúl Castro– no crean nuevas expectativas ni conmueven. El truco de destituir funcionarios descreditados y remplazarlos por otros nuevos, tan corruptos e ineptos como los anteriores, ya no convence. (Ver ¿Congreso o funeral? En Cuba, nunca se sabe)

Parte de las protestas este mes estuvieron relacionadas con críticas directas a la gestión del Partido Comunista de Cuba, como por ejemplo la campaña #LuzDeAlarma con la consigna “el PCC no es Cuba, Cuba es de todos los cubanos”. (Ver Cubanos participan en la protesta “Luz de Alarma” para rechazar al Congreso del PCC).

7. Nuevos sectores sociales  suman su voz a los que demandan cambios y respeto a la opinión ajena.

Si en el mes de febrero ocurrió el nacimiento de los Militares Objetores de Conciencia, en abril más creyentes individuales y grupos religiosos se sumaron públicamente a la exigencia de cambios sustantivos que antes habían reclamado algunos sacerdotes.

Desde el católico que cargó en público una cruz en medio de la Semana Santa Ver “El Patriota de Camagüey” sale con una cruz en sus hombros por el sufrimiento del pueblo cubano , hasta las 18 órdenes religiosas que publicaron una carta en que describen la gravedad de la crisis y reclaman cambios y libertades, o la gestión del Obispo de Santiago de Cuba para que cesara el cerco policial a los miembros de UNPACU en huelga de hambre, sin pasar por alto los grupos evangélicos que se congregaron en abril para orar por cambios y fueron apedreados. (Ver Religioso responsabiliza a Seguridad del Estado por apedreamiento a su iglesia en Semana Santa)

En noviembre de 2020 un grupo de artistas que fue descrito como “marginales” por el gobierno  se plantaron frente a la estación de policía de Cuba y Chacón para reclamar la libertad de Denis Solis, arrestado arbitrariamente. Este mes fue un grupo de católicos el que se plantó frente a una estación de policía para reclamar la libertad de un joven laico católico también arrestado arbitrariamente.

8. Se quiebra la capacidad movilizativa para tareas represivas y algunos elementos del propio aparato coercitivo comienzan a tomar distancia de aquel. 

Un nuevo fenómeno se empieza a percibir: trabajadores y vecinos que se niegan a ser movilizados para colaborar con la represión, jueces que rechazan condenar por “desacato” o admiten el habeas corpus en caso de disidentes y opositores, profesores que rehúsan participar en actos de repudio, miembros del batallón UJC- MININT que se dan de baja y denuncian el uso fascista de esa unidad. Estos hechos reflejan la quiebra del control ideológico sobre la sociedad y también respecto a los componentes del propio aparato represivo del estado. (Ver Piden a trabajadores colaborar con la represión en San Isidro).

9. La escalada represiva refleja el temor del gobierno a una disidencia que no sabe cómo controlar.

Cuando un gobierno  tiembla ante un payaso, teme a activistas que reparten volantes de José Martí, decomisa obras de arte o confisca libros infantiles es que las cosas no le van muy bien. O como han expresado varios jóvenes en las redes: “el gobierno está muerto de miedo”.

Cuando un gobierno tiene miedo de un payaso y lo arresta arbitrariamente las cosas no están bien. En la foto Luis Manuel Otero Alcantara con el payaso Desparpajo.

10. Raúl Castro juega con fuego al subestimar la creciente ingobernabilidad.

Los expertos nunca reparan en el impacto desproporcional que puede tener un suceso menor y aislado en un sistema deslegitimado y débil. ¿Qué habría sucedido si el joven cuentapropista oriental que se suicidó en marzo dentro de su casa lo hubiese hecho en una plaza? ¿Qué impacto habría tenido su muerte si después de recibir la última multa se hubiese quitado la vida de manera espectacular, con fuego, como hizo el vendedor callejero de Túnez cuyo martirio dio inicio a la Primavera Árabe?

¿Qué consecuencias habría provocado en las actuales circunstancias el fallecimiento en huelga de hambre del conocido artista y destacado vocero del cambio pacífico, Luis Manuel Otero Alcántara? Si la muerte del entonces desconocido Orlando Zapata Tamayo sacudió la dictadura obligándola –aunque muchos fuesen desterrados– a liberar los presos políticos y tuvo que hacer algunas concesiones a las Damas de Blanco, ¿qué sucedería si una persona, cuyo nombre ha trascendido las fronteras nacionales, es llevada al sacrificio por la tozudez e insensibilidad del gobierno?

Al cerrar este informe todavía no hay evidencia de estado de salud de Luis Manuel Otero Alcántara que según una nota informativa del gobierno fue llevado en horas de la madrugada al Hospital Calixto García al ser secuestrado en su domicilio. Allí lo mantienen incomunicado. ¿Morirá en el mismo hospital donde murió Laura Pollán, la fundadora de las Damas de Blanco?

CONCLUSIONES

El sistema enfrenta una crisis estructural, general y sistémica.

La situación es mucho más grave e incierta que la del llamado “periodo especial” en la década del 90 del siglo pasado. Esta vez no es solo una crisis económica sino ideológica y política. Cualquier incidente menor puede generar una cadena incontrolable de sucesos que harían posible un cambio radical, sea de forma pacífica o incluso violenta. Pero los que por ahora controlan el poder permanecen soberbios y ciegos e insisten en responder con instrumentos obsoletos a una situación nueva.

El inmovilismo del 8º congreso del PCC, el crecimiento de la ingobernabilidad y el incremento de la represión, se conjugan y dificultan las relaciones internacionales de Cuba.

Cualquier posibilidad de acercamiento con EEUU y la Unión Europea se detiene o ralentiza. Eso también impide hacer el país atractivo al capital inversionista para salir de la crisis. 


Etiquetas más usadas del mes

#LuzDeAlarma
#SoSCuba
#PatriayVida
#LaColadeLaLibertad
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#PresosDeCastro
#PCCNoEsCuba


METODOLOGÍA DEL OCC

Los informes del Observatorio Cubano de Conflictos consideran como “protestas” a todas aquellas acciones que expresan de forma pública, sea de manera individual o colectiva, el rechazo ciudadano a disposiciones oficiales, instituciones o autoridades.

En cuanto a las causas o razones de la manifestación pública de protesta, estas pueden obedecer a  temas políticos y de derechos ciudadanos o vincularse de forma directa a demandas populares en cuestiones sociales, económicas y culturales como son los problemas de vivienda, agua, alimentación, transporte y censura artística o intelectual que las personas dirigen contra las instituciones y las políticas estatales o paraestatales.

Dichas manifestaciones pueden tomar múltiples formas tal y como han sido recogidos en la amplia bibliografía de los científicos sociales y los propios activistas que han estudiado estos temas durante décadas.  Ellas incluyen protestas callejeras, pintadas de muros, colgar carteles, corear consignas, negarse en público a cumplir órdenes policiales o administrativas, realizar una marcha, procesión, sentada, rezo o misa pública no autorizada, distribuir volantes, repartir publicaciones impresas o digitales prohibidas, distribuir memes y chistes satíricos de las políticas gubernamentales y muchos otros más en los que los ciudadanos manifiestan de manera pública sus agravios.

El OCC no contabiliza las protestas realizadas exclusivamente por ciudadanos cubanos en el exterior –aunque considera que el pueblo cubano constituye hoy una entidad transnacional- porque alteraría nuestra capacidad de medir con rigurosidad la gobernabilidad interna de Cuba, que es nuestro principal propósito.

El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) recopila información de fuentes abiertas y privadas, cuenta con su propia red de casi dos centenares de observadores repartidos por todas las provincias dentro de Cuba y sólo reconoce aquellas informaciones que se originen en fuentes reconocidamente confiables o que puedan ser verificables por nuestro equipo. Por ese motivo es posible que en alguna ocasión el número total de manifestaciones públicas de protesta que hayan tenido lugar sea en realidad ligeramente superior -nunca inferior- a la cifra que reportamos basados en nuestra metodología, fuentes y verificaciones. Pero esa rigurosidad nos permite asegurar que cada una de nuestras informaciones resulta confiable.

El OCC agradece la importante valoración de esta metodología que, a nuestra solicitud, fuera realizada a fines de 2021 por un grupo internacional de expertos, cientistas sociales y activistas de diferentes nacionalidades en América Latina y Europa.

Conflictómetro Cuba by Juan Antonio Blanco is licensed under CC BY-NC-ND 4.0