Los opositores políticos en Cuba, muy avezados en cuanto a pulsar el descontento popular en la isla, coinciden en que el rechazo a la dictadura castrista está creciendo hoy como nunca antes.

Y es bueno destacar aquí que además de la escasez, el hambre y la represión política, la indignación de los cubanos se exaspera porque Raúl Castro no da la cara. Ordena y lo controla todo escondido en su bunker, donde incluso por períodos se enajena de la realidad, botella de whiskey en mano.

Por supuesto, ante al actual desastre nacional tampoco la omnipresencia de Fidel Castro con su persuasiva oratoria anestésica habría servido de nada. Pero es muy irritante la cobardía de Castro II, no solo incapaz de enfrentar situaciones de crisis, sino que ni siquiera da la cara.

Más personas están dispuestas a salir a protestar

Una expresión de ello es que de 30 personas consultadas recientemente por Cubanet dentro de Cuba acerca de si estaban dispuestas a participar en protestas contra el gobierno, 24 de ellas respondieron que sí se sumarían, o sea el 80%, algo inédito. En ningún sondeo anterior en la isla, que se sepa, hubo nunca un porcentaje tan alto de entrevistados dispuestos a sumarse a protestas contra el gobierno.

Ello explica el nerviosismo y el recrudecimiento de la represión política, social, económica, y contra la prensa independiente. Y claro, como la maquinaria castrista de represión política es posiblemente la más completa que tuvo nunca un régimen comunista, la gente acude a la vía menos riesgosa para protestar: el hambre y la escasez de rodo.

Así se va colmando la copa sin que la dictadura lo pueda evitar. El activista y académico Manuel Cuesta Morúa dijo a Radio Martí que “las cosas que ha hecho el gobierno para tratar de sobrevivir ha llevado al régimen a romper cualquier vínculo de legitimidad entre el Estado y la gente”, y que la gente se queja abiertamente, “algo que no se veía años atrás”.

La opositora Martha Beatriz Roque también destaca que personas sin vínculo con la oposición “ya se atreve a enfrentarse con la policía, a dirigentes municipales del Partido Comunista y del gobierno, por la situación tan difícil”.

Se va conformando la antesala de un estallido social

De hecho, se va conformando algo así como la antesala de lo que probablemente termine en una explosión social. No es posible pronosticar el día o el lugar de un estallido, pero hay una amplia gama de factores nutrientes que se van acumulando y apuntan a ello.

De ahí la importancia que tienen las protestas en las colas, incluso ya frente a las shopping, o por la falta de transporte, de agua potable, por los apagones, los derrumbes que matan cada vez más personas, los basureros nauseabundos en las calles, las protestas públicas de artistas acosados por los esbirros del MININT, la crisis sanitaria por el COVID-19 y, encima, la falta de libertades elementales.

El régimen en vez de aliviar la situación la agrava

Sin embargo, Castro y sus militares lejos de liberar las fuerzas productivas y propiciar que en el campo se produzcan más alimentos y los cuentapropistas urbanos produzcan bienes industriales para el consumo de la población, lo que hacen es reprimir con más ensañamiento, y engañando a la gente con nuevos planes, ahora llamado “Tarea de Ordenamiento” de la economía, que no aliviará la devastadora crisis socioeconómica, sino que la agravará con una inflación incontrolable.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), por cierto fundada en La Habana en 1943, que representa a más de 1,300 medios de toda América, asegura en su informe 2020 que periodistas independientes en Cuba han sido “detenidos, retenidos, amenazados y golpeados” y “se les ha prohibido salir de sus viviendas o del país“.  Y menciona el nombre de 13 de ellos arrestados por la policía y otros 18 que sufrieron allanamiento de su vivienda, decomiso de equipos, interrogatorios o multas.

Temor a la prensa independiente y los “iniciativistas”

Agrega la influyente SIP que en Cuba el monopolio estatal de telecomunicaciones, ETECSA, “bloqueó decenas de sitios de medios independientes como ’14ymedio’, ‘Diario de Cuba’, ‘Cubanet’, ‘Cibercuba’, ‘El Estornudo’, ‘ADN Cuba’ y ‘Tremenda Nota’.

La táctica ahora prioritaria de la dictadura es intimidar a la población en las calles, y acosar al máximo a quienes llama “iniciativistas”, cubanos que hasta ahora no han llamado la atención de la Seguridad del Estado y que según los esbirros podrían iniciar un estallido social.

Eso explica, por ejemplo, la confiscación de su parcela de tierra al periodista independiente Enrique Díaz, quien alimentaba a su familia con los cultivos que allí hacía, en el barrio de Los Pocitos, en Marianao. Y el caso de las cibernautas Claudia Genlui, Iliana Hernández y Omara Ruiz Urquiola, quienes denunciaron en Diario de Cuba el acoso cibernético que sufren. Los esbirros mediáticos del MININT las difaman y las presentan en Facebook como prostitutas.

Conclusión: se va conformando en Cuba la tormenta perfecta. O el régimen libera las fuerzas productivas y afloja la mano, o estalla.