El gobierno de Cuba promovió un tratamiento preventivo para el coronavirus con gotas homeopáticas que no tiene respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni ha sido aceptado por la comunidad científica.

Se trata de Prevengho-Vir, unas gotas que se aplican debajo de la lengua, y que, según los especialistas cubanos, incrementan las defensas humanas ante enfermedades virales e infecciones respiratorias.

El doctor Francisco Durán, jefe del Departamento de Epidemiología del Minsap, aseguró que el tratamiento no impide que la persona se contagie del COVID-19, sino que puede entregar una mejor resistencia para enfrentar la enfermedad.

“Es un producto homeopático”, explicó Durán. “Que es muy bueno, inocuo y permite incrementar las defensas del organismo ante una enfermedad determinada… no excluye las medidas de prevención. No evita el contagio”.

La acción del gobierno cubano ocurre poco después de que el mayor laboratorio de homeopatía del mundo, Boiron, de Francia, anunciara el 12 de marzo que cerraba 13 de sus 31 instalaciones de producción, por la ineficiencia de esos medicamentos.

Gotas homeopáticas para el pueblo, para darle una falsa sensación de seguridad y los médicos para exportar en “misiones de solidaridad”.

Mientras tanto,  la  Policía Nacional Revolucionara (PNR), especialista en coger al viejito que vende maní, mientras la dirigencia se roba un país.

Y la represión se viste de “medidas de seguridad para evitar el coronavirus”.

Quitan el transporte, pero las colas son inevitables si se quiere comer.

Y Raúl Castro brilla por su ausencia.