La deficiente producción local de alimentos es uno de los problemas más importantes que afectan a los cubanos. Las medidas del Gobierno para intentar aumentar la producción han fracasado década tras década y el país registra en muchos renglones volúmenes inferiores a los que se producían antes del triunfo de la Revolución, a pesar de que la población es mayor.

Cuba gasta unos 2.500 millones de dólares al año en importación de comida. Los problemas de impago a los proveedores por falta de liquidez causan constante desabastecimiento.

Este conflicto se puede incrementar en los próximos meses porque en vez de sumar al sector campesino y apoyarse en las capacidades del sector privado para la distribución de alimentos, lo que propone el gobierno es precisamente lo contrario.


Miguel Díaz-Canel “chequeó en días recientes” la marcha de los programas del Gobierno en la agricultura, la ganadería, la producción industrial de alimentos y bebidas, entre otros, informa el diario oficial Granma sin especificar la fecha de la reunión.

Díaz-Canel se reunió con los titulares de Agricultura, Industria Alimentaria y el viceministro de Energía y Minas. Las imágenes publicadas por Granma mostraron que en el encuentro también participaron el primer vicepresidente, Salvador Valdés Mesa, y el comandante de la Revolución Ramiro Valdés, uno de los cinco vicepresidentes del Consejo de Estado.

Según el diario del Partido Comunista, tras escuchar los informes Díaz-Canel se reifirió a “los altos precios de los productos agrícolas”, que chocan con los bajos salarios medios en el país, y achacó el problema “sobre todo a la especulación”.

“Hoy existe más producción que años atrás y los precios continúan elevados, tenemos que lograr una medida que controle esta situación con efectividad”, señaló Díaz-Canel, designado el pasado 19 de abril para sustituir a Raúl Castro en la jefatura del Gobierno.

Los funcionarios dijeron al gobernante que actualmente se intenta incrementar las cosechas de bajo riego y la producción de granos como el arroz y los frijoles.

Díaz-Canel propuso que se incluya en estos planes la producción de otras variedades leguminosas como el garbanzo.

Recordó las instrucciones de Raúl Castro en anteriores encuentros y pidió “no volver nunca más al estado de deterioro tecnológico” de las industrias productoras de alimentos en la Isla, entre ellas las plantas de leche, carne, conservas y harina de trigo, que hoy reciben inversiones para su renovación.

La deficiente producción local de alimentos es uno de los problemas más importantes que afectan a los cubanos. Las medidas del Gobierno para intentar aumentar la producción han fracasado década tras década y el país registra en muchos renglones volúmenes inferiores a los que se producían antes del triunfo de la Revolución, a pesar de que la población es mayor.

Cuba gasta unos 2.500 millones de dólares al año en importación de comida. Los problemas de impago a los proveedores por falta de liquidez causan constante desabastecimiento.

En la reunión también se habló de la meta de cambiar la matriz energéticay migrar hacia fuentes renovables del país, para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, ante la reducción en los envíos de crudo subsidiado desde Venezuela y los altos precios del petróleo en el mercado internacional, reporta EFE.

Entre las acciones “para restablecer la disponibilidad de la generación eléctrica”, Díaz-Canel revisó la ejecución de las tres primeras bioeléctricas en fábricas de azúcar, dos nuevos parques eólicos y 32 estaciones solares fotovoltaicos, que “aportarían energía limpia al sistema eléctrico nacional”, según Granma.

Asimismo, se abordó el reemplazo de lámparas fluorescentes por otras de tecnología LED y la sustitución de cocinas eléctricas de resistencia por las de inducción, así como la instalación de calentadores y paneles solares para reducir el consumo de combustible.

Díaz-Canel pidió “valorar la posibilidad de acelerar la oferta de equipos eficientes para los hogares, lo cual incidirá en la calidad de vida de las personas y en el ahorro de energía eléctrica, y aprovechar las construcciones existentes en el país y, donde sea factible, ubicar en sus techos paneles solares”.

Fuente: Diario de Cuba