Desde el año 2013 el gobierno reconoció que en Cuba había un déficit de 600.000 unidades de viviendas. En el año 2017 la cifra llegó a 883.050. El huracán Irma derrumbó unas 30.000 viviendas, se llevó 25.000 techos y afectó de una forma u otra unas 160.000 viviendas.

La época de lluvia aumenta el número de derrumbes y fatalidades pudiendo convertirse este conflicto latente en explosiones sociales.


La parte delantera del segundo nivel de un inmueble ubicado en la avenida Rafael Ferro, cercano a la Terminal de Ferrocarriles de la ciudad de Pinar del Río, se desplomó esta mañana, alrededor de las 8.00AM, según informó la edición digital de Tele Pinar.

El derrumbe ocurrió cuando el tren circulaba por la vía férrea cercana, por lo que un menor número de personas transitaba por el lugar, señaló el medio.

Según el capitán Alberto Rodríguez Rojas, jefe del Comando Provincial del Cuerpo de Bomberos, se activaron los protocolos para casos como el de este derrumbe y entraron en la vivienda para salvar posibles víctimas.

“Habitaban la casa tres adultos mayores, entre ellos una señora de 90 años de edad. Todos  se encontraban nerviosos, pero no recibieron lesiones porque estaban durmiendo en habitaciones traseras y ya fueron trasladados a lugares seguros”, dijo el oficial.

Las persistentes precipitaciones de los últimos días aumentaron la humedad y contribuyeron al derrumbe de ese antiguo inmueble, que presentaba filtraciones y deterioro constructivo.

En Cuba los derrumbes son frecuentes por estado de abandono en que se encuentran numerosas edificaciones. Zonas céntricas de La Habana sufren la situación más crítica.

En octubre pasado un edificio de cinco plantas en Centro Habana se derrumbó ocasionándole la muerte a un adolescente y dejando heridos a varios vecinos. Unos meses atrás, en julio, se desplomó el techo de un edificio en el municipio habanero Playa que dejó una víctima.

A mediados de junio, también en La Habana, otro desplome sorprendió a varias familias mientras dormían. El pasado mes de abril se derrumbó la escalera de un edificio de diez pisos situado en la esquina de San Miguel y Amistad, en Centro Habana, dejando a todos sus habitantes atrapados dentro.

La realidad de los derrumbes preocupa a muchos habaneros que temen ser sorprendidos por estos sucesos.

“De noche temo por la vida de mis hijos, dicen que los derrumbes ocurren a esas horas”, dijo a DIARIO DE CUBA una vecina del número 308 de la calle Neptuno, entre Águila y Galiano, que fue declarado inhabitable y ha sufrido tres derrumbes parciales entre 2007 y 2017.

Fuente: Diario de Cuba