Las advertencias de Raúl Castro el pasado 14 de julio al sector privado se convirtieron en hechos este 1 de agosto, con la reciente aprobación de la Resolución 22/2017 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), que prohíbe “definitivamente” las licencias para algunos negocios y suspende “por el momento” los permisos para otro grupo de actividades “por cuenta propia”.

Aunque el Gobierno insiste en que estas nuevas medidas contra el sector privado no representan “un retroceso en el desarrollo de la actividad”, arrendadores de alojamientos en La Habana desconfían de la justificación dada por las autoridades: “consolidar la organización y el control del trabajo por cuenta propia”.

“Con este nuevo cierre, el Gobierno nos sirvió en bandeja de plata ante los inspectores”, advirtió Orestes Michelena, arrendador de la zona Río Cristal.

“Ahora lloverán auditorías, amenazas de retirar licencias ante la más mínima infracción y las peticiones de sobornos. En mis diez años ejerciendo como cuentapropista, siempre que aplican una medida o regulación es para alimentar el burocratismo y la corrupción. Esa es la única verdad que conozco en este giro”.

El uso de materia prima y equipos “de procedencia ilícita”, el incumplimiento en los deberes tributarios y las subdeclaraciones de ingresos, han sido señaladas por el Gobierno entre las principales irregularidades que se manifiestan en el sector privado.

Antonia Vizcaíno, arrendadora en la localidad del Cerro, también coincidió en que esta nueva resolución del MTSS “nos meterá a todos en un mismo saco”.

“Una simple deficiencia les bastará. Lo que buscan es crear entre los cuentapropistas el miedo a que te suspendan la licencia. Con la nueva medida no podrás volver a solicitarla, así que tendremos que andar con pies de plomo”.

El monto de los sobornos a inspectores y funcionarios “se va a disparar”, pronosticó Deysi Pérez, licenciada en Economía y arrendadora en la localidad de Playa.

“La propia CTC (la estatal Central de Trabajadores de Cuba) admitió hace pocos días que los salarios cubanos eran insuficientes, y que esto conlleva como resultado la apatía, el desinterés y una masiva migración laboral. Dicho esto, me resulta curioso que después el MTSS apruebe una resolución que impedirá esa masiva migración, pero a la vez dejará sin opción de empleo a muchos cubanos” que planeaban abrir un negocio.

¿Hasta que concluya el perfeccionamiento del trabajo por cuenta propia?

Otros arrendadores y aspirantes a abrir un negocio se mostraron preocupados por la entrada en vigor de esta nueva resolución del MTSS. Algunos pidieron que sus nombres fueran cambiados para este reporte porque tienen la esperanza de poder “resolver” sus situaciones particulares “por la izquierda”.

“¿Cuánto tiempo tardarán en terminar ese ‘perfeccionamiento’?”, preguntó Leti Cabrera, arrendadora de Centro Habana. “Desde hace ocho meses mi licencia está congelada por un proceso de litigio de la vivienda con mi hermano y, según la ONAT, tengo derecho a volver a recuperarla durante un período de cinco años, antes de que sea cancelada definitivamente”.

“Pero la resolución solo se refiere a solicitudes que se encontraban en trámite antes de su entrada en vigor”, que según el Gobierno continuarán su curso. “Llamé enseguida para averiguar en qué situación quedaba yo. Allí no saben nada de eso, así que sospecho que tendré que recurrir a lo de siempre: el soborno”.

A Remi González, vecino de La Habana Vieja, lo sorprendió la nueva resolución. Ni siquiera estaba aún en el proceso de tramitación para obtener una licencia como “gestor de alojamientos”.

“Yo estaba haciendo esa pincha sin permiso. Después de que me pusieron una multa de 1.500 pesos en el aeropuerto, mis colegas de zona me aconsejaron sacar una licencia para así trabajar sin sustos. Estaba esperando un dinero que me iba a mandar mi madre desde España para iniciar el proceso, y mira tú este drama ahora”.

“Entiendo que al Estado le corresponda el control en cuanto a las irregularidades como la evasión de impuestos, la procedencia de la materia prima o el origen del capital invertido”, declaró Lalo Urquiza, arrendador en la barriada Bahía.

Sin embargo, “no me queda claro por qué le corresponde al Estado determinar la organización y la eficiencia de los cuentapropistas. La organización y la eficiencia del negocio es un problema mío, ser exitoso o no es un problema absolutamente mío”, cuestionó.

Fuente: Diario Las Américas
3 agosto 2017