Le han robado el aire, la luz y ahora la visión de uno de sus ojos. Esos ojos que han visto la injusticia en la tierra donde le dijeron que no existía.

Reto hoy a todos los progresistas del mundo. A la izquierda mundial, que se apunta a cuanta causa pueda causar desorden a lo que ella tiene por enemigos. Reto a los hombres de bien, a las feministas, a las personas honradas, incluso a los verdugos y a los que pudieran estar equivocados: en Cuba, en una prisión del gobierno, está encerrado un negro pobre y viejo, valiente y honesto.

Se llama Silverio Portal Contreras, y alzó su voz contra la dictadura por su indolencia y su desinterés en ayudar a los más humildes, esos cuyas viviendas corren peligro de derrumbe, y que no saben si mañana amanecerán vivos.

Le han robado el aire, la luz y ahora la visión de uno de sus ojos. Esos ojos que han visto la injusticia en la tierra donde le dijeron que no existía, que nunca un hombre negro y pobre como él la iba a sufrir. Mentiras del gobierno con sus policías y sus voceros, mentiras de sus generales que conforman hoy una mafia cercana a Raúl Castro y a su exyerno. Mentiras de esos “luchadores” que juraron alguna vez defender al pueblo y seguir siendo pueblo.

Los que le conocen no mienten. Sus amigos, su familia, retratan a Silverio como un “hombre humilde, de principios”. Un hombre que está preso simplemente porque no aceptó el estado de las cosas. Porque dijo lo que otros, por miedo o por contubernio, no han querido decir. Porque defendió a sus semejantes. Silverio Portal Contreras, por si no lo saben las personas justas de este mundo “cumple sentencia de cuatro años por supuesto desacato y desorden público, pues protestó ante la incapacidad del gobierno cubano para arreglar edificios en ruinas”.

Silverio miraba cómo caían las viviendas, cómo se enriquecía la mafia militar de GAESA, que, según sus palabras “nada más reparan la parte donde recaudan divisas, todo lo que es hoteles, museos, donde las viviendas del pueblo, sin embargo, no tienen reparación”. Y en silencio fue tragando buche tras buche de amargura e impotencia, hasta que no pudo más y se unió a la oposición. Su esposa, Lucinda González Gómez lo confirma: “Él tenía un proyecto de ‘No más muertes en Cuba por derrumbes’. En una peña sobre el tema él llegó a reunir a más de 100 personas en el Parque Central.

Es hora ya de parar las injusticias. De frenar la impunidad de un régimen que inventa delitos para someter y amedrentar a la oposición pacífica. Reto a las personas de buena voluntad de todo el mundo, esos que hoy protestan contra el abuso de poder de las autoridades y de la policía norteamericana en el lamentable caso de George Floyd. Les pido que se enteren, que Silverio es también un hombre negro, pobre y discriminado. Un hombre decente que ha alzado la voz por él y por los que le rodean.

Su delito ha sido, simplemente ser honrado. No temer a quienes mandan: “Durante su detención, el activista gritó consignas contra el Gobierno, lo que llamó la atención de los transeúntes. Pocos meses después fue condenado a cuatro años de prisión por “desacato” y “desorden público”.
Pero a sus carceleros no les importa que Silverio Portal tenga o no razón. Para ellos es un delincuente más, como muchos miles de cubanos que no comulgan con las mentiras de la dictadura, con sus manipulaciones y sus inventos. No han tenido en cuenta que Silverio sufrió una “trombosis que le dejó paralizada la parte izquierda de su cuerpo”.

Le han maltratado hasta que perdió la visión de un ojo por una golpiza que le propinaron sus verdugos. Las autoridades carcelarias cubanas lo tuvieron en celda de castigo y le prohíben hacer llamadas telefónicas.

Por eso grito, escribo, alzo mi voz y quiero que se junten otras voces. Si han luchado por la justicia, porque en el mundo siga existiendo la verdad, si realmente quieren ser justos los de la izquierda, los de la derecha, todos los seres humanos decentes de este mundo, que griten hoy por Silverio Portal Contreras. Un cubano de bien. Un hombre humilde. Un inocente.

Es hora de salvar a Silverio. ¿Estamos claros?

Publicado originalmente en el muro del autor en Facebook