El gobierno cubano está tomando medidas que poco a poco llevan de la mano, sin mucha estridencia, a la supresión del peso convertible  cubano (CUC) y el fin de la doble moneda en Cuba.

La reunificación monetaria es una imperiosa necesidad de la economía cubana por muchas razones, pero requiere de ciertas condiciones básicas que hoy no existen en el país, que incluso sufre una recesión que se irá agravando si no se desmantela el sistema estalinista de economía centralmente planificada.

Un alto burócrata del Ministerio del Comercio Interior (MINCIN), Yosvany Pupo, aseguró que no habrá subidas de precio en los restaurantes y cafeterías luego de haberse suspendido el uso del CUC  en esos lugares.  Otro funcionario informó que se excluyen de pagos solo en pesos cubanos corrientes (CUP) las tiendas en divisas y los negocios privados que cobran en las dos monedas.

Incremento de los precios en Cuba

Distintas fuentes del régimen aseguran que los productos que ya tenían precios en pesos cubanos continuarán iguales, pero que se exceptúan (ya empezaron las excepciones) los refrescos de lata de producción nacional, que se vendían a 50 centavos de CUC, y que ahora costarán 10 pesos cubanos, o sea, casi el 1% del salario promedio de 1,067 pesos mensuales. Y una botella de aceite que costaba 2 CUC, ahora costará 48 CUP (4.5% del salario).

Es como pagar en EEUU $184 por una botella de aceite

Imaginémonos que en Estados Unidos, donde el salario promedio de los trabajadores es de unos $4,100 dólares mensuales, hubiese que pagar $41 dólares para tomarse una Coca-Cola en una McDonald. Y que en cualquier supermercado una botellita de aceite costase $184 dólares. Parece ciencia ficción, o una broma, pero es la vívida realidad en la Cuba comunista que elogia Bernie Sanders.

Y ojo, hay en todo esto un elemento que muchos no tienen en cuenta y que el régimen oculta. Hasta ahora, la mayoría de las personas que compran en las “shopping” lo hacen con dinero que les ha llegado del extranjero, convertido en CUC. Es dinero adicional al salario que devengan en sus centros laborales.

Si se generalizara el pago solo en pesos cubanos (CUP) e inevitablemente suben los precios, incluyendo el mercado negro y los cuentapropistas, esas personas que reciben dólares podrán seguir cambiando las divisas adicionales que les llegan por CUP, o pagando en dólares directamente si se los aceptan, pero quienes no reciban dólares desde el extranjero tendrán que afrontar únicamente con sus bajos salarios el alza de precios en CUP que implicará la reunificación monetaria.

Hoy la canasta básica de alimentos de una familia no baja de 84 dólares según la prensa independiente. Porque la “libreta” a precios subsidiados solo cubre el 15% o 20%.  Algunos economistas incluso aseguran que en Cuba hace falta un salario de 2,800 pesos (116 dólares) mensuales para adquirir la canasta básica.

Si en una vivienda cubana se reciben dólares puede que alcancen para cubrir el costo de la canasta, o aproximarse bastante, pero en millones de hogares no tienen cómo entregar 2,016 pesos mensuales de sus salarios para comprar los 84 CUC que se necesitan. Y por eso se alimentan mal.

El poder adquisitivo del cubano bajará

Por lo pronto en los restaurantes y cafeterías se aplica la tasa de conversión oficial de 1CUC por 24 pesos comunes. Pero no hay que ser un oráculo para predecir que tanto esa tasa oficial de cambio como la subterránea del mercado paralelo van a cambiar, y cualquiera que sea el tipo de cambio será oneroso para el cubano de a pie, dado los bajísimos salarios vigentes.

No se trata solo de quitar una moneda y poner una tasa de cambio oficial, sino de que la reunificación monetaria alterará completamente la formación de precios. Van a aumentar irremediablemente. Los economistas cubanos saben, aunque no lo digan, que es muy difícil poner fin a la doble moneda en medio de una recesión. Para una reunificación monetaria adecuada la economía debe estar creciendo a buen ritmo, y no decreciendo.

En fin, si a la fortísima presión de la demanda sobre la cada vez más escasa oferta de todo en la isla, hasta en las “shopping”, se agrega un aumento de precios en el sector estatal y por ósmosis natural en el privado, el resultado será desastroso.  Ya es nefasto sin incremento de precios por parte del Estado.

La escasez de oferta de productos básicos hace que las colas en Cuba se multipliquen.

Solo la liberación de las fuerzas productivas y el fin del estalinismo económico podría garantizar no solo una reunificación monetaria sin traumas, sino que los cubanos dejen de ser el pueblo más explotado del hemisferio occidental.